Algunas veces pasamos por calles sin mas interés, calles típicamente urbanas, modernas, sin historia. Pero si por un momento, nos detenemos, hacemos un alto, y perdemos la mirada en la lejanía, por arte de magia la imagen cambia, se hace bella, se identifica con nuestra hermosa Granada, se transforma, y si el invierno, le imprime su especial encanto, mejor que mejor. Aquí tenemos un ejemplo desde la calle Ancha de Capuchinos, próximo a Fray Leopoldo y Jardines del Triunfo

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