Una mañana de domingo

Hoy nos toca recordar la infancia. Estamos en el Llano de la Perdiz, de pronto nos topamos con el viejo reloj de sol, al que rodeamos señalándonos todos los picos de Sierra Nevada, cuyos nombres nos enseña en su base. Continuamos y llegamos a las pistas deportivas, donde mas de uno aprendimos a conducir nuestro "seiscientos". Tomamos alguna que otra castaña de los innumerables castaños que rodean el paraje. Es hora del regreso; tomamos el sendero de la izquierda y nos encontramos con una panoramica de parte de los pueblos que descansan bajo la Sierra y ya casi unidos en uno solo. En nada, estamos en el Aljibe del Sol, que abastecía, antaño, de agua al Generalife y la Alhambra. Continuamos, esta vez, por el sendero frontal y de nuevo nos topamos con un mirador, toda Granada ante nuestros ojos. Seguimos y desembocamos en un camino que nos llevara a la Silla del Moro. De nuevo, la Alhambra y Granada ante nuestros ojos, esta vez alcanzando hasta la Abadía del Sacromonte. Impresionante panorama que nos deja sin sentido. Una vez recuperados de la sensación, nos dejamos caer hasta el Generalife y la Alhambra, no si antes, refrescarnos en la placeta de la Fuente del Tomate. Sin darnos cuenta hemos retornado a Plaza Nueva. Estamos en casa, estamos en el mundo real, hemos despertado. Feliz jueves


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